Bajo Segura y Campo de Elche

Alicante

Localización geográfica

La comarca del Bajo Segura y el Campo de Elche se localiza en el extremo sur de la provincia de Alicante. Engloba territorios diversos, con marcados contrastes entre huerta, campo, costa y montaña, profundamente antropizados desde época histórica, caracterizados geográficamente por la presencia del río Segura en su tramo bajo, que ha sido fuente de riqueza y, en ocasiones, también de desastres.

Limita al norte con el Campo de Alicante y el Medio Vinalopó; al este con la superficie marítima del Mar Mediterráneo; al oeste con la Vega Media del Segura y la Cuenca de Abanilla-Fortuna; y al sur con el Campo de Cartagena y el Mar Mediterráneo.

Relieve y geomorfología

El relieve de la comarca está formado esencialmente por las vegas del curso bajo de los ríos Segura y Vinalopó. Un terreno llano y fértil dedicado mayormente a la agricultura de regadío. Se trata de una gran llanura, que se abre al litoral de la Costa Blanca, viéndose accidentada a pequeña escala por la Sierra de Abanilla-Crevillente, la Sierra de Orihuela, la Sierra de Callosa, el Cabezo de Hurchillo, la Sierra Escalona, la Sierra de Pujálvarez y el Cabo de Santa Pola.

La línea de costa es baja y arenosa, con playas de arenas finas, y formaciones de dunas. Hay excepciones, como es el caso del Cabo de Santa Pola, donde hay un abrupto promontorio donde se sitúa un faro. Cabe destacar que también se encuentran unas marismas o lagunas, declaradas Parques Naturales: Salinas de Santa Pola, El Hondo, Clot de Galvany y las Lagunas de Torrevieja y La Mata.

Geomorfológicamente, el territorio está enclavado dentro del dominio bético. Los plegamientos siguen la dirección noreste-suroeste, con afloramientos de bloques de calizas dolomíticas del triásico y el cretácico, con formas abruptas y muy fragmentadas, que emergen aislados en medio de la llanura aluvial y conforman un anticlinal continuo que cierra la comarca por el norte. También se reportan materiales miocenos en diversas alineaciones montañosas más próximas a la costa, asociados a los últimos movimientos orogénicos del terciario.

Climatología

Clima mediterráneo subtropical seco y semiárido (clasificación de Papadakis), y esteparios cálidos con lluvias de invierno según fórmula Köppen. Precipitaciones escasas, irregulares y aleatorias, con una sequía veraniega que se dilata de 3 a 5 meses. Son pocos los días con registro de lluvia (no se sobrepasan más de 60), pero entre ellos los aguaceros de fuerte intensidad horaria otoñales acumulan un volumen desorbitado del total anual. De hecho, la curva anual de precipitaciones registra un pico máximo en otoño (octubre) y un mínimo en verano (julio), con durísima sequía estival y máximo y mínimo secundario en primavera e invierno. A continuación, se adjuntan datos de precipitación media anual: Orihuela, 291 mm; Crevillente, 277 mm; Elche, 238 mm; La Mata en Torrevieja, 236 mm.

Cabe destacar la enorme irregularidad en las precipitaciones, que se traduce en un comportamiento dispar en los volúmenes pluviométricos registrados entre unos años y otros. Así, la precipitación media anual enmascara una realidad climática mucho más compleja, pues si bien algunos años totalizan registros por encima de la media, a los que acompañan jornadas con chubascos de elevadísima intensidad horaria que igualan o, incluso duplican la precipitación media anual en menos de veinticuatro horas, en otros los períodos de indigencia pluviométrica se dilatan durante algún lustro.

Con casi tres mil horas de sol, la temperatura media anual ronda los 18ºC. El invierno suele ser benigno, pues ningún observatorio desciende de los 10ºC de temperatura media mensual para el mes más frío, enero (Elche 12,5 ºC; Orihuela 10,8 ºC; Pilar de la Horadada 11,7 ºC) y el verano es muy caluroso, ya que aunque el efecto de las brisas marítimas refresca el ambiente y lo hace bochornoso, la cercanía del hogar de masas de aire tropical acentúan con su proyección el calor estival (flujo del viento del oeste o poniente e invasión de aire tropical continental sahariano), con máximas medias que exceden con creces los 30ºC en julio y agosto (Orihuela en julio 33,3 ºC y agosto 33,1 ºC), sin olvidar el registro habitual de noches tropicales (mínimas superiores a 20ºC), más acusado en las localidades costeras. Aunque raramente las heladas afectan a este conjunto climático, es de notar que coincidiendo con la invasión de masas de aire polar o ártico, no suele ser tampoco infrecuente que las temperaturas puedan descender a los 0-2ºC, causando un trastorno térmico que puede ser causa de daños y pérdidas económicas en explotaciones hortofrutícolas cultivadas en los llanos de las vegas del Vinalopó y Segura.

Paisaje

Paisajísticamente, la agricultura y la riqueza medioambiental son una de las notas características de la comarca del Bajo Segura y el Campo de Elche, reflejado en la gran diversidad de paisajes, existiendo fuertes contrastes entre ellos. Gracias a los ríos Segura y Vinalopó, siguiendo su curso, podemos distinguir dos paisajes diferenciados: el secano y la huerta. También, en contraste con la gran planicie de la huerta, destacan diversas alineaciones montañosas que tienen un gran valor ecológico y paisajístico, siendo representativas de la fauna y la flora autóctona.

Así pues, la huerta es la zona de cultivo tradicional de la comarca, constituyendo un paisaje cultural, socioeconómico y medioambiental, resultado del trabajo de muchas generaciones a lo largo de los siglos, dando lugar a valores ambientales, culturales y económicos que son la principal seña de identidad. Se trata de una zona característica por la múltiple división de los bancales plantados de distintos cultivos que conforman un mosaico de formas y colores entrecruzados, con una amplia red de caminos rurales, veredas sin asfaltar, azarbes y acequias por donde el agua lleva la vida a los cultivos por mediación de los ríos Segura y Vinalopó.

En lo que se refiere a los cultivos, la huerta en esta comarca ha sufrido un proceso de transformación, abundando en la actualidad los cultivos de cítricos, frutas, hortalizas y verduras, destacando sobre todo los naranjos, los limoneros, la alcachofa, el melón, la sandía, la patata, el apio, el brócoli, las habas, la lechuga, etc. En cuanto a las especies arbóreas que se pueden observar en los caminos y veredas de esta huerta, formando parte de la cultura e idiosincrasia de esta comarca, encontramos sombras de árboles tan típicos de esta tierra como la morera, la higuera, el algarrobo y la palmera.

Hidrografía

Sin lugar a dudas, destacan los ríos Segura y Vinalopó. También es importante subrayar el sistema de acequias, arrobas, escorredores y azarbes, que todavía perduran, cuyo objetivo es canalizar de la mejor forma posible el agua del río a todos los terrenos de huerta de la comarca. Este proceso se va ejecutando en tandas, por orden de llegada a las parcelas.